Los juegos olímpicos son algo
grandioso. Un evento que no tiene parangón en el mundo, de una entidad
universal reconocida en todos y cada uno de los países del mundo. Su creación y
continuidad es un ejemplo de buen saber hacer de la humanidad. Quizás el mejor.
Es un legado de nuestros antepasados griegos, uno más de los muchos y buenos
legados que nos dejaron. Tenemos mucho que aprender de aquellas civilizaciones,
griegos, romanos, egipcios, alcanzaron un desarrollo cultural y social muy
superior al que probablemente tenemos en nuestros días.
El deporte es un fiel ejemplo
del estado de un país. Y en los juegos olímpicos están todos los deportes
auténticos representados. El medallero final no es una mera casualidad, y no
cambia, a grandes rasgos, de unos juegos a otros. Para llegar a conseguir una
medalla en cualquier deporte hace falta una inversión en capital humano y en
infraestructuras muy difícil de evaluar, pero que en la mayoría de los casos es
muy elevada. Son muchos los deportes que se pueden practicar y muchas las
instalaciones necesarias; no estamos hablando de un campo de futbol con una pista
alrededor.
En el caso de España, la verdad
es que los juegos olímpicos son un reflejo de nuestra situación actual, y nos
sirven además de comparación perfecta con nuestra economía. Cuando llegan los
juegos olímpicos España está muy atrás en el medallero, lejos de los grandes
países. Estos países son todos grandes potencias económicas y/o sociales, por
llamarlo de alguna manera. Y España está muy lejos de ellos.
Sin embargo, durante la
olimpiada, es decir, el periodo de cuatro años que va de unos juegos a otros, a
los ciudadanos de España, se nos vende, por parte de todos, que el deporte
español es de los mejores del planeta, que estamos incluso por encima de la
mayoría de los países del mundo, que somos la envidia del resto. Craso error.
Y veréis. Podemos comparar la
crisis con las olimpiadas y el deporte. En España se vende que somos grandes en
los deportes pero hay que pensar, ¿en que deportes? Y sobre todo ¿en cuantos
deportes? Da la casualidad de que somos campeones del mundo y de Europa en uno
de los mayores deportes de este planeta, el futbol.
Comparemos el deporte con la
economía: hasta hace poco la construcción era a la economía, lo que el futbol
al deporte. Era la mayor fuente de riqueza para un país. Y en eso nosotros
éramos los mejores. En su momento aquí se nos vendió que éramos dignos de
estar, no ya en el G-20, sino en el G-8 Todos sabemos lo que pasó cuando se
acabó el maná de la construcción…. pocas cosas más había que sustentaran
la economía de nuestro país.
Con nuestro deporte pasa lo
mismo, que saliendo del fútbol, y quizás el tenis y el baloncesto, la realidad
de nuestro deporte es otra, la realidad en los cientos de deportes que se
pueden practicar…. Y cuando llegan los Juegos Olímpicos se comprueba el
panorama. Como cuando llegó la crisis y se vio que es lo que había más allá de
la construcción.
Desde aquí queremos apoyar que
la inversión en deporte es inversión en país, en futuro, en sociedad, en
progreso. Haces falta más infraestructuras y, mayor cultura del deporte en los
centros educativos y sobre todo en las universidades, que es donde debe de
estar el germen de nuestros olímpicos. Porque ser deportista de élite no
signifique no tener formación ni estudios.
Y, por supuesto, ¡viva los
Juegos Olímpicos!
Es esta una inteligente reflexión pero que no comparto en su totalidad. Estoy totalmente de acuerdo en lo que se refiere a la inversión necesaria para promocionar deportes diversos y en el papel que deben jugar, por ejemplo, las universidades en el mismo. Ahora bien, la semejanza entre el sector de la construcción y el boom inmobiliario con la hegemonía futbolística creo que no se ajusta a la realidad. El boom inmobiliario tenía que reventar tarde o temprano porque se trataba de un proceso puramente especulativo sin generación efectiva de valor añadido. En cuanto ese sector se deshinchó, se vió cómo el resto de sectores no eran capaces de tirar de la economía. El caso del fútbol es diferente. España no es una potencia futbolística por un fenómeno virtual sin basamento y, por lo tanto, efímero. En España el fútbol tiene unas bases extraordinariamente sólidas (lo digo incluso desde la perspectiva de que no es mi deporte favorito), y no parece que sea una disciplina que se pueda esfumar de la noche a la mañana. Si hubieras puesto de ejemplo digamos, la Fórmula 1 sí que estaría de acuerdo. Tenemos circustancialmente a Fernando Alonso, pero está claro que cuando se retire, no quedará probablemente nadie para tomar el relevo. Ha sido un "producto atípico". Otro tanto se podría decir de los éxitos individuales de Nadal.
ResponderEliminarPor otro lado, tampoco creo que debamos dejarnos llevar por el concepto deportivo de los JJOO como medidor fiable. Si nos fijamos, la mayoría de los deportes son minoritarios si no irrelevantes a nivel global (doma, lucha grecorromana, tiros, aguas bravas, badminton, taekuondo, pentatlón moderno, etc. etc.). España es una gran potencia en deportes como el motociclismo, fútbol sala, hockey sobre patines, trial por ejemplo, que no son olímpicos. Hay que tener en cuenta que hay países que se llevan muchas medallas porque son buenos en una disciplina que reparte muchas de ellas, por ejemplo, la natación. Hay cuatro estilos, múltiples distancias, masculino y femenino, relevos. Otro ejemplo son las luchas, muchos pesos diferentes en masculino y femenino. Así consiguen 3 ó 4 medallas de oro que los aúpan en el medallero. Nosotros podemos obtener buenos resultados en deportes de equipo pero sólo reparten una medalla: baloncesto, balonmnano, waterpolo... Si cada medalla de oro de cada jugador de baloncesto contara como una medalla en el medallero la cosa cambiaría, o si, por ejemplo hubiera también concurso de triples, de mates, por decir algo y los deportes de equipo repartieran más medallas. Además, para obtener un buen resultado en uno de estos deportes de equipo es necesaria una infraestructura bestial, múltiples clubes, ligas, campeonatos... En el caso de la lucha grecorromana, imagino que la inversión global será menor.
En el resto de tu reflexión puedo estar en general de acuerdo.
Un saludo.